Y la estrella dejó el jardín.
4/09/2009 | Author:

Fallece a los 61 años Mari Trini, la cantante de Caravaca que triunfó en las décadas de los 70 y 80 con canciones como 'Yo no soy esa' o 'Amores''.

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Inseparable con sus canciones románticas, llegó a ser casi un icono de la música durante más de 20 años. Mari Trini, la cantante caravaqueña, falleció ayer en Murcia, en el hospital Morales Meseguer. La enfermedad le había vencido y tras de sí deja una España casi de blanco y negro, con sus melódicas baladas, sus perfumes de mujer fau, su vida singular. A los 61 años dejó de respirar y, como dice su vieja canción Una estrella en el jardín, apagó su vida en su Murcia querida.

Nada ni nadie pudo hundir a Mari Trini, leyenda de la música de autor que supo esquivar una a una las embestidas que la vida le ha propinado. Un disco multidiamante concedido por la Sociedad General de Autores (SGAE) atestigua una vida dedicada a la música, con más de diez millones de álbumes vendidos y el orgullo de que para muchos sus canciones hayan supuesto la definición más precisa de la palabra amor. Además, la autora de clásicos como Yo no soy esa rescata ahora algunos de sus grandes éxitos en el recopilatorio Una estrella en mi jardín, publicado por la multinacional EMI.

«Es como si la música y yo nos hubiéramos divorciado, pero a lo mejor nos juntamos otra vez», decía en la presentación de este álbum. Maltratada durante su vida por la enfermedad y los rumores, Mari Trini confesó en su día que «ni reconocimientos como el de la SGAE pueden borrar las injusticias que se han cometido conmigo». A pesar de todo, subrayaba con cierto aire de estoicidad que «a mí no me echa nadie hacia atrás». «En el amor -revelaba quien tanto ha cantado a ese sentimiento- sí he tenido y tengo mucha suerte. Lo que pasa es que mi amor no lo conoce nadie, y eso es un arte».

Su imagen iluminaba la televisión y mostraba sensibilidad en las veladas musicales de aquella España ansiosa de cambios. Su voz personal y sugerente añadía un toque melancólico y hondo al gran capítulo de la canción de aquella época tan creativa, abonada por las dudas y las vivas reflexiones de artistas como Joan Manuel Serrat, Luis Eduardo Aute o Patxi Andión.

Mari Trini era una cantante romántica. Como dijo un buen amigo, una Karina melancólica alejada del pop. Temas como Cuando me acaricias o Un hombre marchó son parte de nuestra historia colectiva. Seguía siendo una superviviente de los tiempos en que la emoción se ponía a debate. No llegó a terminar de perfilar el concierto de despedida que preparaba en su residencia murciana de Altorreal.

No dio pie a ningún comentarios malicioso, que durante toda su vida la acompañaron especulando. Cansada de oír mentiras y acostumbrada a vestir siempre de negro y con trajes largos, vestigio de su etapa afrancesada (por su amor a Edit Piaf), se puso minifalda y se desnudó para Interviú. Era la época de Susana Estrada, Pepa Flores y otras divas que también hicieron lo mismo para la revista de la época. Ella, mientras tanto, llenaba de grandes cancioens el musiquero nacional. Yo no soy esa, Amores...

Grandes directores

Era también los tiempos que a los cantantes se le medía por la dirección musical de sus producciones. Perteneció a la época gloriosa de la desaparecida Hispavox y de los geniales Waldo de los Ríos y Rafael Trabucchelli. En directo siempre estaba acompañada por su fiel Mariní Callejo, otro de los grandes nombres de la música en España.

Tras grabar Amores, MariTrini formó parte de una generación de músicos españoles de finales de los 60 y los años 70, como Serrat y Camilo Sesto, o los trágicamente desaparecidos Nino Bravo y Cecilia, que a base de melodías pegadizas, narraban con textos contestatarios la historia de una España que veía como el franquismo iba cayendo por su propio peso.

De esa época son discos como Ventanas, ¿Quién?, Sólo para ti y Escúchame, álbum publicado en 1974 y que contenía uno de los mayores éxitos de su carrera, Yo no soy esa.

Recopilatorio

La obra de la cantante caravaqueña fue recuperada en 2005 por su compañía discográfica con un recopilatorio. Ahora se planea remasterizar todos sus discos, «según lo vaya pidiendo el mercado», adelantaba Manolo Díaz, de EMI-Music. De momento, salió a la venta este doble cedé con más de 40 éxitos, que incluía un DVD con 25 actuaciones irrepetibles de la intérprete. La ex ministra de Cultura, Carmen Alborch, amadrinó este acto.

Mari Trini, retirada del mundanal ruido de la música, donde el cambio generacional fue casi traumático y pocos sobrevivieron a la crisis, regresó a la capital murciana. Aquí estuvo presente en varios actos institucionales como en los Premios 8 de Marzo, que concede la Comunidad Autónoma. Fue el pasado año y fue distinguida con el galardón a la Mujer Murciana por «retratar a través de sus melodías las carencias, problemas y desigualdades» de la mujer.

En 2007, estuvo junto con su hermano en la cena benéfica Murcia Pro Mundo, cuyos fondos recaudados fueron para financiar talleres y escuelas en Bolivia.. La cantante Mari Trini y su hermano, Gonzalo Pérez Miravete, asistieron como padrinos del evento solidario,

Mari Trini no quería ser una vieja gloria que se limitara a repetir hasta la saciedad los temas de siempre y así tenía nuevas canciones que quería mostrar con un nuevo sello; Divucsa, que quería que pregrabara con sonido de los noventa sus mejores canciones de siempre, según su web oficial, en la que ayer todavía no se ha colgado la noticia de su fallecimiento.

No se apagó tu llama, Mari Trini.

He tenido el honor de admirarte y quererte. ¡Qué privilegio! Compartimos buenos ratos y también momentos difíciles. Tu energía y humanidad nos arrebataba el alma y, cuando lo considerabas necesario, embellecías sabiamente la fealdad, convirtiendo en poesía lo cotidiano. En cada canción, ibas regalando una excelsa declaración de principios.

Nos conocimos a finales de los años setenta y en 1983 me concedías una entrevista en exclusiva para la revista Dunia (nº 168), publicación de tirada nacional, donde afirmabas que «deberíamos intentar ser felices sin que la muerte se convierta en amenaza; no es el fin del hombre. Deberíamos aprender a aceptarla con dignidad. Aunque a mi�, me gustaría morir sin sufrir». Adivino que no te habrá gustado convertirte, hoy, en noticia de telediarios y magazines. «No quiero palabras de consuelo», cantabas.

Querida amiga, «no tengas miedo», nos has ofrecido una inteligente lección, incluso, en el momento de marcharte. Con tus alas de cristal, tu entereza y tu afán de lucha sorprendiste a los que seguíamos el Vía Crucis de la enfermedad. Nos has dejado como lo habías previsto:

Mañana me iré despacio

sin dejar ninguna huella

pronto levantaré el vuelo

como hicieron las cigüeñas (1969).

Permíteme recordarte que las elocuentes letras de tus canciones son el mejor legado que donas para que venideras generaciones conozcan tu creativo talento puesto al servicio de los demás. «Lucho -me dijiste- para que las personas se respeten más entre sí; en ello has puesto intención y empeño, me consta. Hoy no repaso tus discos de platino, me lo reprocharías, seguro. No alabaré tus éxitos porque me saldrías al paso con un mi obligación es componer y transmitir a través de la música lo que siento. A pesar de todo, de todos y de todas, te convertiste en una célebre cantautora con voz comprometida. Reservada y reflexiva has entregado tu vida canción a canción. Y quizás, nosotros no hayamos oído tu quejido.

Anoche, Lunes Santo (¡qué coincidencia!), tu corazón aún se negaba a pararse y seguías aferrada a la vida, revelándote en un último concierto en solitario, porque tú lo sabías�

Agonizaremos con muy buena cara

con un dolor de diseño

si el bolsillo te alcanza

Y no pasa nada no, no pasa nada (1996)".

Ahora, aturdido regreso a casa, vuelvo a detenerme en una fotografía donde apareces feliz y satisfecha, durante un sencillo homenaje que se te brindó en el Teatro Romea, en 1988, ¿lo recuerdas? La cámara del fotógrafo captaba el instante donde tu mirada se detuvo en mi mirada en un mágico y cómplice segundo, que yo custodiaré siempre como un valioso tesoro.

Que no me pregunten, pero que sepan todos que cayó tu estrella en mi jardín y se quedará eternamente en mi corazón. ¡Gracias, Mari Trini! Volveremos a coincidir,

Se de un lugar

en donde el sol no te hará mal

si de mi mano te vas.

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BETTY MISSIEGO CANTANTE

«Ha sido una gran mujer olvidada, una de las mejores intérpretes de nuestro país»

LUIS AGUILÉ CANTANTE

«Cuando los verdaderos artistas desaparecen, se hacen acopios de sus grandes logros en la vida»

ENCARNITA POLO CANTANTE

«Era una gran estrella y cantautora. Me merecía todos los respetos ya que la conocía bastante»

SERGIO CANTANTE

«Ella ha sido referencia profesional, pues tuvo una carrera que todos los artistas de nuestra generación envidiábamos»

Fisgoneado en La Verdad.

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