Cultura y Tradición a través de Imágenes

El fotógrafo murciano Pablo Almansa inaugura 'Hotel', una colección de 30 desnudos en blanco y negro a través de los que muestra el majestuoso y centenario edificio madrileño.

Casi un centenar de fotografías y entre 30 y 40 sesiones muy planificadas han dado como fruto la exposición Hotel, una muestra de fotografías de desnudos en blanco y negro con la que el fotógrafo Pablo Almansa (Murcia, 1973) ofrece su particular visión del majestuoso y centenario edificio que alberga el Hotel Palace. Este artista lleva 15 años mirando el mundo desde el visor de una cámara y capturando la vida a golpe de obturador. En busca del magnetismo y la elegancia de las escenas que plasma y aspirando a que envejezcan con dignidad, ha conseguido a sus 35 años ser considerado el mejor fotógrafo de desnudos español de nuestros días.

Hace un año realizaba su primera exposición individual en la galería Dionis Bennassar de Madrid, ciudad en la que reside por el momento -«estoy pensando en irme una temporada a Milán», confiesa-, y fue en la inauguración de esa muestra en la que germinó el proyecto que mañana verá la luz en el Bar Americano del Hotel Palace de Madrid. «Vino a ver la exposición Paloma García, jefa de Relaciones Públicas del Palace, y le pedí que me dejara hacer fotos allí. En principio, era un tema delicado porque el Palace es una institución muy seria, que ha alojado a la gente más relevante de la sociedad de cada época», recuerda Almansa, que finalmente recibió el beneplácito de la dirección.

Amigas, modelos, actrices y mujeres que jamás habían posado (y menos desnudas) para un fotógrafo se prestaron a colaborar en un proyecto en el que este murciano aventajado ha trabajado durante un año: «La idea era mostrar mi visión del hotel a través de los desnudos de mujeres», hacer que pareciera que vivían desnudas en las distinguidas estancias del hotel, que en 2012 cumplirá 100 años en funcionamiento, y todo ello «sin desconcertar a los clientes», puntualiza Pablo Almansa, emocionado con este proyecto que ha obligado a la dirección del Palace a cerrar alas del hotel para usar pasillos, escaleras, azoteas, hall de entrada y hasta la suite real como escenarios de estas poesías visuales en las que «tanto el entorno como la modelo cobran el mismo protagonismo», aunque, «en esta ocasión he partido del escenario para imaginar la foto», reconoce Pablo Almansa. No en vano, la mitad de su experiencia como fotógrafo la ha dedicado Pablo Almansa a la fotografía arquitectónica.

Fisgoneado en La Verdad.