La lluvia deslució -por segundo año consecutivo- la procesión con la imagen del Divino Niño Jesús del Balate, que tuvo el domingo que acortar su recorrido habitual, ya que el Niño tuvo finalmente que buscar refugió de la inclemente lluvia en la iglesia de San Miguel. De allí inició su retorno hacia el monasterio de la Encarnación, desde donde partió en romería.
El buen tiempo de ayer sí permitió que la romería se realizase con total normalidad, y a las 9 de la mañana dio comienzo el ritual. Este año, la participaron ha sido grande, con miles de romeros de la ciudad y de fuera de ella, disfrutando tanto del recorrido como del tradicional almuerzo en la zona natural cercana al monasterio donde se dio por finalizado el recorrido. Como novedad, este año un grupo de caballistas también estuvieron presentes en la romería acompañando las monturas a los devotos del Niño.
Afortunadamente, según informaron fuentes de la Policía Local, no hubo que lamentar ningún incidente, pero por si acaso el recorrido estaba jalonado y controlado con decenas de miembros de la Guardia Civil, Protección Civil y la propia Policía Local.
Con la resaca de la romería aún en el cuerpo, los muleños continúan celebrando las fiestas patronales. Hoy es el día de la Virgen del Carmen, patrona de la ciudad, que coincide con el día de la bici, a mediodía en la Plaza del ayuntamiento, que acoge también la Feria de mediodía.
Por la noche habrá procesión con de la Virgen, actuación de Sergio Contreras y castillo de fuegos artificiales.
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