Mi proyecto actual se llama 'Meeting Point', punto de encuentro; tendrá ocho metros de largo, pesará cinco toneladas y uno se podrá cobijar debajo.
Miguel Llamas no precisa presentación, sólo hay que mirar al Segura a su paso ante la casa consistorial de la capital murciana para que la sardina nos recuerde al autor. Nació en Vélez Rubio (Almería) y cumple 25 años de estancia en plena huerta murciana «donde se crían las mejores pavas», en la pedanía de La Arboleja. Sus obras, mayoritariamente de grandes dimensiones, se reparten por toda la Región. Ahora se encuentra en plena faena para que, pasado el verano, al inicio de la carretera de Alicante, se sitúe otra de sus obras monumentales. Será un homenaje a sus veinte años de dedicación a la escultura.
- Siempre le veo recorrer la ciudad con su moto, y a veces parece incluso que le sale humo del caso. Imagino que además de los efectos del calor será porque está elaborando algún proyecto, ¿me equivoco?
- Calor, calor sí que aprieta ya, y mi cabeza sabe usted que no para. Es un continuo elaboración que luego transformo sobre todo en grandes esculturas. Mi proyecto actual se llama Meeting point, punto de encuentro.
- ¿Y qué es lo qué podremos encontrar?
- A unas personas con otras, porque todos creo que andamos un poco perdidos. La escultura nos sirve como punto de referencia, o sea el arte, como punto de encuentro y espacio de solaz y disfrute espiritual.
- ¿Se va a poder tocar esta obra con las manos?
-En ésta se tendrá acceso directo e incluso uno se podrá cobijar debajo de ella. Esa proximidad del sujeto con el objeto hará que la vivencia de sensaciones sea incluso más intensa. Además de contemplarla, también podrá intervenir el sentido del tacto.
- ¿En qué punto habrá que fijarse para lograr el solaz espiritual?
-Por desgracia el entorno urbano es muy agresivo. La proximidad de éste con la belleza de una obra de arte es, sin lugar a dudas, un bálsamo, aunque sea efímero ante la tensión cotidiana. De ahí la importancia de los espacios públicos, como los jardines o las esculturas, que funcionan como una válvula de escape para regalarnos un poco de paz interior.
- Me está sacando de quicio ¿Qué es su Meeting point?
-Es una forma geométrica que sirve de contrapunto a la visión de los edificios de detrás. Estos son, ni más ni menos, que las torres gemelas. En éstas predominan ante todo las líneas rectas y los colores fríos. La escultura, sin embargo, rompe el esquema pues es una curva con colores cálidos.
- ¿No tiene cierta referencia al contrapunto freudiano del hombre y la mujer?
-Eso, y mucho más. Hago referencia a una filosofía en sí, al principio del ying y del yang. Ambos son opuestos pero ambos se necesitan y se complementan. En este caso, el edificio es para la escultura y viceversa.
- ¿Cuáles son sus características?
-Su constitución es íntegramente de acero corten, en unas zonas pintado y en otras oxidado. Pesará cinco toneladas, ocho metros de alto y seis metros de ancho, y estará flanqueada por dos fuentes ya que para mí el agua es un elemento fundamental.
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