Me seduce el sentido de la vida que tiene el murciano, su ánimo de tirarse a la calle ante cualquier fiesta o simplemente para vivir el encanto de la noche.

020D3LORP1_1 Pedro Antonio

Pedro Antonio Gómez ante todo es palmesano. Trabaja en una papelería técnica de la ciudad departamental, pero todas sus horas libres las dedica al grupo folclórico de su pueblo, La Palma. Su grupo folclórico cumple 35 años de existencia y ayer en la fiesta literaria y musical que organizó LŽAjuntaera en el aula cultural de la CAM para entregar los premios del XVII certamen literario actuaron como representante del campo cartagenero en el acto de hermanamiento entre las comarcas de la huerta y de Cartagena.

- Acto de hermanamiento... ¿Tanto les separa?

-El planteamiento es erróneo, más bien es todo lo contrario: una demostración de la unión de los lazos que relacionan Cartagena y Murcia. Son muchas más las similitudes que nos unen, que las divergencias que nos separan. A Cartagena le gusta promocionar lo propio: su cultura, su patrimonio, y a Murcia pues exactamente lo mismo: su identidad como huerta y ciudad. Son fines lícitos y de agradecer en ambos casos. Nunca entraremos en el juego de Murcia o Cartagena. Estas diatribas se viven más bien en otras esferas, no en el pueblo llano.

- Alguna diferencia tiene que haber

- Por supuesto. El territorio es el primer elemento que marca unas determinadas formas de vida. Cartagena es tierra de campo seco y, a su vez de mar. Murcia es huertana, si bien permítame que le haga la observación que el huertano ha estado aislado históricamente en su terruño, en su bancal de tierra y en realidad lo que ha prevalecido han sido los mensajes y muchas veces los estereotipos de la huerta marcados por las familias nobles de la capital, pero el ciudadano de a pie ha vivido su vida propia. En lo que a Cartagena se refiere el carácter portuario con un trasiego de ir y venir de multitud de pueblos le ha creado otro estilo de vida. En el campo cada vecino con sus terrenos de tierra y explotación de ganado ha vivido su propia vida, ajeno al o que pasaba a apenas diez kilómetros de su casa de labranza.

- ¿Por qué siempre se habla de La Palma cuando se trata de cultura y tradiciones del campo cartagenero?

- No sólo La Palma, sino también Tallante, Pozo Estrecho... Todos ellos están en el cinturón de Cartagena, a pocos kilómetros. Sin embargo, hemos sido capaces de promover grupos y asociaciones para mantener viva nuestras raíces, costumbres y preservar el patrimonio.

- Pues me está usted seduciendo ir a La Palma, ¿qué me ofrece?

- Es un pueblo rural con una iglesia parroquial dedicada a Santa Florentina que resultó de la fusión de tres ermitas que se remontan a finales del siglo XVII; la iglesia es del siglo XVIII. El museo del bolillo, el centro poético que data de mediados del siglo XIX...

- Bueno No todo va a quedar para La Palma, ¿qué le seduce más de Murcia?

- El sentido de la vida que tiene el murciano, su ánimo de tirarse a la calle ante cualquier fiesta o simplemente para vivir del encanto de la noche, la sensualidad del barroquismo. Es para no perdérsela.

Ojeado en La Verdad.

This entry was posted on 6/18/2008 and is filed under , , , , , , . You can follow any responses to this entry through the RSS 2.0 feed. You can leave a response, or trackback from your own site.